jueves, 9 de diciembre de 2010

Actitud.

Esta es la historia de una mujer que viajó durante la guerra con su esposo a un campamento militar en el desierto.
El marido le había aconsejado no acompañarlo, pero ella deseaba estar con él.
La única vivienda que consiguieron fue una choza cercana a un poblado indígena.
El calor era insoportable, el viento soplaba si cesar, los días se tornaban largos y monótonos. Cuando su marido debió partir en maniobras por dos semanas, la soledad la apabulló.
Le escribió a su madre una carta avisándole que regresaba.
A la vuelta de correo, su madre le contesto con esas palabras:
"Dos prisioneros, miraban a través de la ventana con rejas: uno veía barro, mientras que el otro veía estrellas."
Se propuso hacerse amigas de los indios y les pidió que le enseñaran a tejer y a hacer alfarería. Empezó a estudiar el desierto y en poco tiempo, a sus ojos dejo de verse desolado, para convertirse en un lugar de maravillosa e imponente belleza. Llegó a ser una experta y hasta publicó un libro sobre las costumbres de los indios.
QUÉ HABÍA CAMBIADO?
Ni el desierto, ni los indios, sencillamente al cambiar SU ACTITUD, había logrado transformar una experiencia negativa, en una gratificante.

El texto no es de mi propiedad, lo encontró mi mamá en una revista junto con recetas de cocina, creo que todos debemos plantearnos a veces cambiar nuestra actitud para que las cosas fluyan mucho mejor y no nos enrosquemos en boludeces.