miércoles, 31 de diciembre de 2008

.Odio.

Primero y principal odio que al escribir una lapicera me ande mal, SI, me saca totalmente la cabeza!.
Voy a escribir aquí la mayoría de las cosas que odio, son más de lo que yo pensaba, incluso algunas son desagradables o patéticas pero siempre logran que no tenga un buen día.
Odio la tierra en mis pies cuando estoy descalza, odio dormir con medias, odio que desordenen mis cosas o las cambien de lugar, ¡odio que toquen mis cosas!, odiaba levantarme temprano para ir al colegio, odio a la gente que te trata mal y te falta el respeto, odio la música de mi celular, odio que revisen mi celular, odio que no me respondan los mensajes, que no me respondan los e-mails, que no me contesten el teléfono, odio a todas las malditas operadoras, odio el desorden excesivo (aunque a veces viva en el), odio esperar el micro, odio a los choferes malhumorados, odio equivocarme y perder, odio ser TAN orgullosa y muchas veces rencorosa, odio no pasar las fiestas en otro lado, odio la rutina, odio las infidelidades y las mentiras (jamás las perdonaría), odio los nenes chiquitos, los nenes que lloran y los caprichosos, odio plaza Italia, odio que me den ordenes, odio que me rompan las pelotas, odio las lecciones orales, odio que se desconecte Internet, odio a la gente depresiva, odio a la gente cargosa y que depende siempre de vos, odio los cigarrillos y los porros (ja ja), odio el humo de ellos, odio que la gente grite y odio los gritos, odio a las tribus urbanas y los pibitos chorros, odio comprarme ropa y a las estúpidas que atienden, odio probarme ropa y los probadores, odio la gente histérica, odio a los perseguidos y a los pesados, odio a los hombres babosos y a todos los obreros! (ja ja), odio a las mujeres que separan familias, odio perder a la gente que quiero, odio los cybers, odio estar en lugares apretados, odio esperar, odio los jeans sin bolsillos, odio a la gente que le decís "hola" y te dice "chau", odio la falsedad, odio ser vergonzosa, odio adivinar, odio las sonrisas falsas, odio reír para no llorar, odio fingir que todo esta perfecto mientras duele, odio que coman el chicle con la boca abierta (como caballos ja ja), odio a la gente egocéntrica, odio a los insectos, odio algunos familiares, odio aburrirme de todo, odio que jodan con que estoy todo el día en la pc, odio la cocina y cocinar (porque no es mi fuerte), odio lavar los platos, odio los disminutivos, odio el dolor de ovarios, odio que me griten por la calle, odio hacer algunas cosas por los demás, odio al gobierno y la política, odio la gente que se cree la gran cosa, odio hablar de sexo, odio ver las novelas patética de mediodía, odio las polleras, odio no tener novio, odio ilusionarme, odio no poder mostrar lo sensible que soy, odio no poder llorar delante de los demás, odio la lastima, odio los papelones, odio ser inutilísima (según mi tía y mi mamá ja ja), odio ser TAN cambiante, odio abandonar todo (pero lo hago), odio los recuerdos (algunos), odio al grupo Miranda!, odio los malos olores y los malos hábitos, odio a la gente careta, odio el invierno, odio crecer, odio fracasar y los fracasos, odio depender de alguien, odio la mala onda, odio los impulsos, odio prestar mi ropa y mis libros, etc, etc, etc.

jueves, 25 de diciembre de 2008

.¿Qué es la vida?.

A lo largo de mis dieciocho años, y más ultimamente me pregunte en diferentes ocaciones ¿Qué es la vida? como también se lo preguntaba Seguismundo en la vida es sueño, pero creo que nadie sabe aún, si vivimos, soñamos o quizás ilusionamos... Todos somos parte de un sueño compartido
Hoy para mi termina un ciclo, en el cual pase por varios momentos en los que me pregunte ¿Qué es la vida ? ¿Para que vine al mundo? Creo que todos o la gran mayoría se pregunto eso alguna vez, dicen que a lo largo de tu vida tenes que escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo... ¿esa sera nuestra misión en el mundo? Yo aún no escribir ningún libro, ni tuve un hijo, si plante un árbol no me acuerdo... ¿Es esa en verdad nuestra misión?
Tantas preguntas sin respuesta alguna...

viernes, 12 de diciembre de 2008

"Héroes"

“A lo largo de la historia, no se podría hablar de ninguna cultura o civilización sin tomar en cuenta su alimento primogenio: los héroes. Por algún secreto motivo, el hombre sólo puede concebirse a sí mismo a través de la proyección de una figura mítica que lo redima de sus miserias. Claro que hay tantos tipos de héroes como de hombres, e incluso muchos de ello demostraron ser más humanos –por vulnerables, por falibles- que aquellos quienes los presuponen impermeables a cualquier debilidad.”[1]

A través del tiempo se podría hacer una lista innumerable de nombres propios calificados como héroes, con sus leyendas que con el tiempo se van agrandando y se recuerdan generación tras generación, agigantándose así su figura. En cambio otros decrecen popularmente, se esfuman, evaporándose hasta pasar prácticamente al anonimato.

Existen hombres y mujeres que han dedicado sus vidas personales a representar un símbolo de esperanza para aquellos cuya vida parece desesperada. Por lo tanto podemos afirmar que nuestros héroes pueden venir de muchos sitios.

Los héroes no son todos iguales, pueden ser justicieros y pacíficos, honorables y villanos, y no necesariamente son valientes.

Pero independientemente de la heroicidad mostrada o del resultado de ésta, la memoria de la humanidad es frágil, desleal, egoísta, olvidadiza, quizás porque nuestra historia está repleta de personas desinteresadas, en unos casos, y responsables en otros, que son capaces de exponer sus vidas por salvar las de otros sin importarles el precio y mucho menos el reconocimiento.

Nuestra intención no es la de hacer de este conjunto de miradas un drama bélico, de guerras y revoluciones, pero son en estos campos donde suceden, o surgen, acontecimientos, o personas, que terminan por ser reconocidas como héroes, eso sí, más obligados por las circunstancias que les rodean que por propio convencimiento. Nadie es un héroe hasta que el destino caprichoso lo nombra como tal a los ojos de la historia.

Bertolt Brecht dijo:

“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.”

Estos hombres luchan durante toda su vida para no quedar en un triste recuerdo.

Son imprescindibles, irremplazables aquellas personas que hoy denominamos: HÉROES.

Los héroes son aquellas personas admiradas por sus hazañas y virtudes, quienes han estado en miles de textos literarios o unas tramas cinematográficas...


[1] Revista Quid, nº17, año 3, Buenos Aires, p. 8